Tu olfato no falla nunca y eres capaz de acertar con los ojos cerrados en todas las crucecitas de los banners. Y es que, sin duda, tienes un sexto sentido para tomar las mejores decisiones estés donde estés. Y un séptimo, un octavo, un noveno ¡y los que hagan falta!

No necesitas Google Maps ni brújulas para saber qué ruta tienes que tomar, porque eres muy consciente que con la única ayuda de tu instinto serás capaz de llegar a buen puerto.

Sabes por experiencia que la buena suerte no viene sola, sino que se tiene que perseguir con el espíritu abierto de par en par a todos los chats que la vida ofrece.

Tienes buena mano para salirte siempre con la tuya. ¿Tu secreto? A la hora de la verdad, saber escuchar tu vocecita interior, tu Siri personal, y no tener miedo de seguir los enlaces que la vida te pone delante.

Hace un montón de años se unieron grupos de almas intuitivas como la tuya. Se colocaron en círculo y entre unos y otros decidieron cogerse de las manos y levantarlas, punteando con los pies los compases de la música que sonaba. Salió la danza más bella de todas las danzas que se puedan imaginar. Pero todavía más bella fue la intuición de colocar las bolsas en medio del círculo. Por lo que pudiera pasar.

Cita favorita
“Quien la acierta, la adivina.”

Otras almas intuitivas
Joan Miró, con sus formas y colores llenos de vida, imaginó constelaciones únicas que hoy se exhiben en los principales museos del mundo.

Pere Calders llenó nuestras bibliotecas con sus cuentos llenos de humor, de absurdo y de un sentido mágico de la vida absolutamente inimitable.

Carme Ruscalleda ha conseguido ser, con su mezcla de vanguardia y tradición totalmente autodidacta, la chef con más estrellas Michelin del mundo.